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jueves, 10 de enero de 2013

EL CONFLICTO ESTRUCTURAL EN LA COOPERATIVA


Definimos la cooperativa como una empresa que asocia voluntariamente a personas físicas, y que mediante la aportación de trabajo y capital realizan cualquier actividad económica lícita, con el objetivo de proporcionar a sus socios trabajo en las mejores condiciones laborales posibles.
En este sentido, la cooperativa representa un modelo de empresa en el que los objetivos económicos y empresariales se entremezclan con otros de carácter social. Por lo tanto, una cooperativa tiene una doble dimensión: la social y la empresarial.

La cooperativa es una sociedad formada por personas que son titulares de una empresa, donde trabajan las mismas personas que forman la sociedad.

Hemos de decir por tanto que, si la empresa cooperativa no es capaz de producir bienes y servicios y venderlos en el mercado siendo competitivos, la sociedad cooperativa no tendría sentido, porque la labor fundamental de la empresa es producir riqueza,  y la labor fundamental de la sociedad es decidir el reparto de esa riqueza con criterios democráticos y de responsabilidad social.

Por ese motivo, en la cooperativa no se da el conflicto que se da en la mayoría de las empresas de CAPITAL/TRABAJO, ya que éste no tiene sentido, al ser los miembros de la sociedad y de la empresas SOCIOS TRABAJADORES.
Por el contrario, el conflicto en la cooperativa se da entre SOCIO/ESTRUCTURA.

Desde FEVECTA defendemos que la cooperativa puede convertirse en un paradigma de empresa excelente y competitiva si sabe aprovechar los elementos diferenciadores respecto a otros modelos de empresas. Por ejemplo:
             - La identificación capital-trabajo
            - La participación en las plusvalías generadas: El equipo recibe el resultado de su propio esfuerzo
            - La participación democrática en los procesos básicos de decisión
            - La facilidad de implementar procesos de decisión descentralizados
            - La proximidad de la estructura técnica y la estructura societaria
            - La facilidad para identificar objetivos comunes para el desarrollo de la organización

Para que estos factores diferenciadores sean elementos de competitividad, ha de haber un entendimiento entre los miembros del triángulo COLECTIVO SOCIOS, CONSEJO RECTOR, ESTRUCTURA DIRECTIVA.

La mayor parte de los problemas que se producen en el seno de las cooperativas no son debidos a la naturaleza del hecho cooperativo, sino a la manera de cómo los socios, su estructura y sus consejos rectores funcionan.

El problema radica en que muchas veces estas ventajas competitivas que hemos mencionado, se convierten en inconvenientes:
             - La participación se convierte en “partipacionitis”: todos saben y opinan de todo (como en los debates de TV), las discusiones se hacen interminables pierden nivel técnico, los planes se discuten sin saber del tema, etc.
            - No hay conflicto capital trabajo: hay conflicto socio-estructura
            - La igualdad en la participación se convierte en igualitarismo ramplón: todos a cobrar igual… No hay definición de niveles de responsabilidad
            - El sentido de avance, de reto para garantizar la capacidad competitiva se pierde. Lo más importante es el corto plazo, ganar más, cobrar más retornos. El sentido de la inversión se diluye
            - No hay un cambio en la cultura organizativa: se entra en la cooperativa por una serie de circunstancias, pero ello no supone que uno se haga cooperativista

En definitiva, se quiere tener las ventajas de una situación cooperativa, pero sin asumir los retos y exigencias que supone una EMPRESA COOPERATIVA.

Muchas veces los cooperativistas se olvidan de lo más determinante: No hay cooperativa si la empresa no funciona.


Pepe Albors                     p.albors@fevecta.coop

1 comentario:

  1. Conflicto socio/estructura es uno de los conflictos más extendidos en la cooperativa. En próximos artículos trataremos el tema del conflicto interpesornales

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